En nuestro compromiso por ofrecer soluciones de calidad para el sector harinero, presentamos una gama de empaques, especialmente diseñados para satisfacer las necesidades de un consumidor que busca lo mejor en cada producto y proceso.
Nuestros empaques para harina cuentan con finas microperforaciones que permiten un llenado sin espolvoreo, garantizando frescura y calidad. Además, nuestras Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) aseguran la inocuidad del producto. Te compartimos algunas pautas para determinar un embalaje de harinas adecuado, según su tipo y condiciones de llenado.
Las características para elegir el empaque adecuado en este sector están determinadas por el tipo de harina a empacar y de la línea de ensacado:
- Densidad del producto y del kilaje a empacar.
- Calidad de la imagen.
- Para harinas finas recomendamos el saco laminado con microperforaciones.
- Para subproductos (salvado de trigo y/o mogolla, harinas de tercera) recomendamos sacos tejidos.
Conoce algunas de las ventajas de un embalaje adecuado, tanto para productores como para consumidores:
- Conservación de la frescura. Es ideal cuidar la harina de la humedad, el aire y la luz, evitando su deterioro prematuro y manteniendo su frescura y calidad por más tiempo.
- Prevención de desperdicios. Los empaques con microperforaciones permiten un llenado sin espolvoreo, reduciendo el desperdicio y asegurando que la mayor parte del producto llegue al consumidor final.
- Inocuidad del producto. Cuando un empaque es seguro y hermético, se protege la harina de posibles contaminantes externos, garantizando la seguridad y la inocuidad del producto para el consumo humano.
- Identificación y presentación. Al contar con una solución de embalaje bien diseñada, es posible ofrecer una imagen atractiva y profesional del producto, ayudando a destacar en el punto de venta y a identificar fácilmente el tipo de harina que contiene.
- Adaptabilidad a diferentes tipos de harina. Con opciones de microperforaciones y diseños personalizados, el empaque se adapta a distintos tipos de harina, asegurando su óptimo almacenamiento y transporte.
- Eficiencia en procesos. Un buen empaque de harina facilita el llenado y sellado, mejorando la eficiencia en las líneas de producción y reduciendo los tiempos de manipulación.
- Respaldo de buenas prácticas. Si un embalaje de harinas se complementa con la implementación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), esto demuestra el compromiso con la calidad del producto y la satisfacción del cliente.
Finalmente, ten en cuenta que optar por empaques para harina óptimos es invertir en la calidad y excelencia no solo de tu proyecto, sino también del sector, y en la búsqueda constante de dar respuesta a las necesidades de un consumidor minucioso.