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Nada más rico y sensorial que el olor a un buen café o taza de chocolate recién hechos, dos productos de la canasta familiar que, al menos en Colombia, son parte del día a día de las familias. Pero su sabor, su aroma y su calidad no dependen solo de su propio proceso productivo, hay otro elemento que contribuye a que estos productos de exportación lleguen a las mesas del mundo en condiciones óptimas.
Se trata del fique, una fibra natural endémica de Colombia, que se ha convertido en más que un aliado de la industria cafetera y cacaotera, en una identidad nacional, en un elemento diferenciador que visibiliza la idiosincrasia del país en el exterior con un impacto significativo en su proceso de exportación.
“Grupo Excala comenzó a fabricar sacos de fique a finales de los años 30, porque en esa época no existía el polipropileno. Entonces, el azúcar, la sal, el arroz y muchos productos se empacaban en fibra natural; por ello la imagen de los bultos de fique con alimentos sobre las mulas, que eran el medio de transporte de aquel tiempo”, cuenta Juan Carlos Gómez Giraldo, encargado de la planta de fibras naturales, quien recuerda que, en ese entonces, la compañía vio la necesidad de fabricar sacos para exportar café, ya que este proceso era realizado por artesanos.
De los 180 millones de sacos de café que se empacan en el mundo, 12 millones están en sacos de fique, los demás son contenedores en yute, un tallo fibroso de color oscuro, utilizado en otras regiones del mundo.
Usos y aplicaciones del fique
El fique es esencial para el empaque de café y cacao de alta calidad. Esta fibra resalta las características que hacen que el café sea reconocido como colombiano.
“Para que el café y el cacao conserven su aroma, su sabor, sus características, su humedad; y para evitar que estos productos se contaminen durante su recorrido hasta llegar al lugar del mundo en el que los esperan, es esencial empacarlos en fique, un tejido que le permite al café colombiano, por ejemplo, distinguirse de los demás cafés del mundo”, relata Juan Carlos, quien lleva 38 años como experto en el tema en Grupo Excala.
Y es que el fique, al ser una fibra natural que está viva, al igual que el café y el cacao, necesita en su proceso de exportación, transportarse con todas las condiciones óptimas para que no cambie su aroma durante el viaje y la clientela del café y cacao colombiano lo sabe muy bien, pues su sabor es único en el mundo.
Más ventajas
Cuenta el experto que han evolucionado muchas cosas a lo largo del camino del uso y aplicación del fique, entre estas los diferentes tamaños de los sacos exigidos por la organización Mundial de la Salud (OMS) para transportar alimentos, la forma en la que se imprime la marca en los sacos (que ahora son a color), el mismo mercadeo de las marcas, mejoras en el transporte internacional y la logística en general que permite que las aduanas hagan revisiones sin que se pierda producto, por ejemplo.
“Colombia, por ser un país estigmatizado por el narcotráfico, se somete a controles aduaneros que requieren de revisiones exhaustivas. Los sacos de fique son ´chuzados´ para poder ver qué hay dentro, pero con el mismo elemento con el que sacan la muestra, vuelven y cierran el tejido, porque este tiene memoria y no se rompe y, por ende, no se pierde el producto, lo cual es una ventaja significativa”, señala Carlos.
Otra ventaja grande que tiene el fique es que permite el intercambio gaseoso, o sea, que deja que el café o cacao respire, además se arruma perfecto en el vehículo que lo transporta y no se cae, y si eso pasara, como el saco es tan fino, no explota. Eso sin contar con que es biodegradable, característica que no posee el plástico o polipropileno.
“Por temas económicos, logísticos y financieros, para la industria del café y del cacao, será siempre mejor elegir un saco de fique que en otros materiales”, asegura el encargado de la planta de producción de esta fibra.
Así es como esta fibra nacional se convierte en tesoro nacional, un material que va más allá de la industria y contribuye a la sostenibilidad, a la calidad de los productos que contiene, a la imagen del país y a forjar un futuro mejor en aquellas familias que deciden sembrarlo.
Otros usos
Entre otros usos, el fique se utiliza en la construcción de muros de contención, se destaca su uso en proyectos de infraestructura como columnas de concreto y el control de la erosión de taludes, contribuyendo así a la estabilidad del suelo.