Estas son las 10 prácticas que no debes poner en marcha si quieres que tu cultivo de arándanos sea muy productivo
Es común escuchar decir que las buenas prácticas son las que permiten conocer a profundidad lo que hace que algo sea exitoso, poco se habla de lo que no se debe hacer y es ahí donde muchas personas ingenuamente cometen errores que no imaginaron que llegarían a ocurrir.
En un cultivo de arándanos pasa igual, muchas buenas prácticas conllevan el éxito en la productividad del cultivo, pero ¿cuáles son esos asuntos que se deben tener en cuenta para no cometer errores que luego se conviertan en un costo adicional, bajen la producción o produzcan pérdidas? Aquí te contamos.
Hablamos de 10 cosas que NO debes hacer para garantizar que tu cultivo sea productivo y te dé el mejor rendimiento. Aplica tanto para quienes están comenzando en este camino del cultivo de arándanos, como para quienes apenas están planteándose tenerlo.
1. No tener en cuenta el nicho de mercado:
Muchas personas después de sembrar, una vez reciben la cosecha empiezan la búsqueda de compradores y, en realidad, se encuentran con dificultades de tipo logístico, de calidad, de volúmenes y compradores que no cumplen, en ocasiones, con la expectativa del retorno de la inversión, entre otros.
Por esto es fundamental saber a quién se le va a vender, cuál es el mercado objetivo, dónde y a qué distancia se encuentra ese comprador, qué expectativas tiene del producto, qué calidades de arándano acostumbra a comprar, entre otros aspectos.
2. No definir un plan financiero o presupuesto:
No contar con un plan financiero que permita vislumbrar los gastos, los costos del cultivo, el retorno de la inversión en el tiempo, es un error que puede cometerse y que, a la larga, hará que el proyecto decline y no pueda continuar proyectándose en el largo plazo.
La recomendación es hacerse de una buena planeación que permita anticiparse a la cantidad de dinero que se debe invertir, el capital se requiere por año, la promesa de retorno que hay a mediano y largo plazo, los temas de financiación y sus tasas de interés, entre muchos otros asuntos que minimizan los riesgos de que el proyecto no continúe.
3. Empezar el proyecto sin planificar la estructura, sin hacer levantamiento topográfico y análisis de suelos:
Error fatal, pues el arándano requiere de unas condiciones específicas para su desarrollo radicular. En temas de suelo, por ejemplo, es un error sembrar en un suelo con pH alcalino (o utilizar fertilizantes alcalinizantes que suban el pH); o en suelos compactos, ya que el arándano tiene raíces que crecen en suelos muy sueltos; o sembrar en suelos bajos en materia orgánica.
También es un error sembrar una variedad de arándano que no prospera en la altitud en la que se encuentra el cultivo; y no contar con un suministro continuo de agua y sistema de riego adecuado, ya que lo ideal es que los riegos sean por pulsos (de 4 a 8 veces al día).
Todo lo anterior, de no tenerse en cuenta previamente, hará que en el camino surjan dificultades que pueden representar pérdidas económicas muy representativas.
4. No planificar las épocas de la cosecha:
Hay algo que es esencial y es que el primer año el cultivo debe estar enfocado en que la planta se desarrolle vegetativamente, y no en obtener cosecha.
Luego de ese primer año es importante conocer en qué épocas se va a dar la cosecha, si será todo el año o el cultivo solo atenderá temporadas específicas, según el mercado al que se le está apuntando, que puede ser nacional o internacional (de exportación).
Con respecto a esto último es fundamental definir si ese mercado será nacional con posibilidades de expandirse a otras geografías o siempre será para compradores locales. En el primer caso entran a jugar factores de permisos, avales, trámites de exportación que se deben contemplar desde el inicio, así como las condiciones en las que los compradores internacionales esperan que esté el producto, asunto que podría cambiar la forma como se cultiva.
5. No tener claro quién será el proveedor de plántulas:
Alrededor del 50% de los proyectos de cultivo de arándano fracasan por este motivo, al no contarse con un material vegetal idóneo, situación que se genera por no conocerse bien desde el inicio quién es el proveedor de las plántulas, qué experiencia tiene, a qué otros compradores les vende y cuál es la procedencia de su material, entre otros asuntos que se deben conocer anticipadamente.
Lo ideal es contar con plántulas de un proveedor certificado.
6. No plantear una infraestructura acorde a las necesidades de expansión en el futuro:
En el montaje de un cultivo de arándanos, como en cualquier otro, se debe tener claro la posibilidad de expansión (unidades mínimas por área) que puede tener, pues un cultivo que no tenga posibilidades de crecer, expandirse en área o en volúmenes no podrá sostener sus costos fijos y menos tendrá capacidad futura de crecimiento para que, en el mediano y largo plazo, entregue rentabilidad.
7. No tener un plan de manejo fitosanitario adecuado:
Es necesario tener un plan con objetivos claros de manejo fitosanitario del cultivo, que permita ver la trazabilidad de los procesos y el poder considerar, antes del montaje, cuál será la estructura adecuada, de acuerdo con las condiciones medioambientales, lo que permitirá alejar a las plagas del cultivo, pero siendo amigables con los insectos polinizadores, protegerlo de los pájaros, de la maleza y del granizo, entre otros.
8. No tener en cuenta la disponibilidad de mano de obra en la zona:
Esto es indispensable conocerlo anticipadamente. Es necesario hacerse preguntas como cuántas personas se requieren, qué tipo de conocimientos deben tener, qué disponibilidad de tiempo tendrían, en qué épocas se incrementaría esa mano de obra, etc.
9. No saber cuál será el acompañamiento técnico que requiere el cultivo:
Se debe tener esta claridad, ya sea una persona (ingeniero agrónomo) o equipo de personas que harán el acompañamiento técnico del cultivo y quienes finalmente determinarán los planes de protección, cuidado, sostenimiento y desarrollo que tendrá.
Además de esto, es conveniente contar con una voz experta en el tema que nutra los conocimientos de este equipo de base y acompañe los procesos que garanticen las excelentes condiciones del cultivo. Grupo Excala, por ejemplo, cuenta con alta trayectoria en el acompañamiento frente a temas de infraestructura.
10. No tener en cuenta la posibilidad de entablar relaciones con aliados estratégicos, agremiaciones o entidades de control:
Este conocimiento de las personas, empresas, gremios, financiadores y entes de control en el país es fundamental. Desconocer su presencia en el mercado es como desconocer la competencia y el conocimiento que se adquiere con el establecimiento de estas relaciones enriquece mucho al cultivador y su proyecto.
Así que si tienes en mente un proyecto productivo de arándanos o lo has puesto en marcha, ten en cuenta estos 10 aspectos que, al final, lo que buscan es que sí apliques las buenas prácticas para lograr un cultivo exitoso y rentable.
